El pasado mes celebramos un Encuentro Innova&acción dentro del evento “The Gap in Between” dedicado a la transformación de nuestros hábitos de consumo.
La charla, titulada “Resetear el consumo para ganar el futuro”, estuvo a cargo de José María García, experto en sostenibilidad y fundador de la plataforma Verdades Incómodas, quien compartió ideas disruptivas y profundas sobre el modo en que consumimos. Este encuentro, diseñado para abrir un diálogo sobre nuestro impacto en el planeta, nos invitó a reflexionar y, sobre todo, a actuar.
¿Por qué “resetear” el consumo?
Para comenzar José María nos presentó una radiografía de la realidad de nuestro consumo actual, que describió como un modelo “rápido, nuevo, barato y simple”. Vivimos en una sociedad donde el tiempo y la comodidad son los motores principales de las decisiones de compra, y por ende de nuestra forma de producir. Queremos que los productos lleguen de inmediato, que sean accesibles económicamente y que, a ser posible, estén de moda. Sin embargo, este comportamiento tiene un precio alto para el planeta.
José María nos hizo ver que este ritmo de consumo exacerbado no es sostenible. Al querer “todo, ya”, nos desentendemos de los efectos de nuestras decisiones en el largo plazo, ignorando el costo ambiental y social de nuestra cultura consumista.
La propuesta de cambio: “Menos es más”
Tras el diagnóstico, el experto nos compartió su visión sobre un cambio necesario y posible en la forma en que consumimos. Inspirado en la filosofía “menos es más”, nos mostró que, aunque las necesidades de las personas son reales, existe una manera más consciente y responsable de satisfacerlas. Esta idea de “menos es más” implica asumir que no necesitamos consumir en exceso para tener una vida plena.
Este enfoque tiene como pilares las “R” del consumo consciente: reducir, compartir, reutilizar, mantener, reparar, reacondicionar, reciclar y regenerar. Cada uno de estos conceptos es una invitación a tomar decisiones distintas y conscientes. Al reducir, minimizamos la cantidad de productos que adquirimos, optando solo por lo que realmente necesitamos. Compartir nos permite acceder a bienes sin poseerlos, y reutilizar nos invita a dar una segunda vida a los objetos. Mantener y reparar son prácticas que rompen con la cultura de lo desechable y apuestan por alargar la vida útil de lo que ya tenemos. Por último, reciclar y regenerar buscan transformar los residuos y devolver al ecosistema parte de lo que hemos tomado de él.
Después del Coffee Break, se abrió un espacio para discutir cómo las empresas y organizaciones pueden sumarse a este cambio. El rol de las empresas es crucial, ya que tienen la capacidad de influir en los patrones de consumo de sus clientes y de generar un impacto positivo en el entorno. “Resetear el consumo” no solo es una responsabilidad individual, sino también un compromiso empresarial. Desde el diseño de productos más duraderos hasta la implementación de políticas de economía circular, cada acción que tome una empresa puede ayudar a construir un modelo de consumo más justo y respetuoso con el medio ambiente.
Durante la charla se destacaron ejemplos de empresas pioneras en sostenibilidad, que han logrado integrar estos valores en su modelo de negocio y, al mismo tiempo, conectar con un público cada vez más consciente y exigente. También se subrayó la importancia de la comunicación transparente: los consumidores quieren saber de dónde vienen los productos, cómo se producen y cuál será su impacto en el entorno. Las marcas que abracen este compromiso no solo estarán contribuyendo a la sostenibilidad, sino que ganarán la confianza y lealtad de sus clientes.
Cierre: una invitación al cambio desde ahora
Para concluir, José María nos lanzó una pregunta directa y poderosa: ¿Qué vais a hacer distinto desde ahora?. Esta invitación a la acción individual dejó una huella en cada uno de los presentes, instándonos a pensar en nuestra responsabilidad y en las decisiones que tomaremos de aquí en adelante. En lugar de quedarnos en la teoría, José María nos animó a comprometernos a aplicar en nuestra vida diaria al menos una de las ideas compartidas en la charla, recordándonos que resetear el consumo no es una tarea fácil, pero sí una tarea urgente y alcanzable si cada uno pone su granito de arena.
El encuentro no solo fue una oportunidad para aprender, sino también para asumir compromisos y plantearnos metas de cambio. “Resetear el consumo para ganar el futuro” no es solo un eslogan, sino una llamada de atención y un desafío que todos debemos enfrentar. Si bien puede ser un camino complejo y lleno de obstáculos, la recompensa es incalculable: un planeta más sano, un consumo más consciente y un legado del que podamos estar orgullosos. La pregunta sigue en el aire: ¿Qué vamos a hacer diferente desde ahora?